Mantén tu puesto de trabajo, ¡ y sé ascendido ! (1)

              Es difícil encontrar buenos trabajadores, incluso en épocas de desempleo como la actual. Por eso, cuando un empresario los encuentra, hace lo posible por mantenerlos. En una coyuntura de crisis económica prolongada, siguen existiendo reglas que pueden ayudarte a no perder el trabajo, y hasta ascender. Dichas normas se ajustan a lo que nos enseña la Palabra de Dios: 1) Entiende que el trabajo es una bendición.Dios creó primero el paraiso; luego creó al hombre; después pidió que trabajara diciendo: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan..." Dios recompensa el "sudor" y le agrada que, aunque se trate de un trabajo manual y rutinario, lo hagas lo mejor posible. Y en última instancia es Él, y no tu jefe, quien controla tu porvenir. 2) Acepta la realidad. Desear que las circunstancias actuales fueran diferentes y creer que mereces algo mejor no hará más que deprimirte, lo que no conduce a ninguna parte. "...Dios (cambia) la maldición en bendición..." y te concede  "gloria en lugar de ceniza"  En coyunturas difíciles, Dios levanta a personas con ideas renovadoras que pueden hacer que su futuro sea mejor que el pasado, no solo para ellos sino para los demás. Tú puedes llegar a ser una de esas personas. 3) Haz que Dios se la fuente de tu bendición. "Yo soy el Señor, Dios tuyo, que te enseñas para tu provecho, que te encamina por el camino que debes seguir". Que Dios sea tu mentor. Dale a tu jefe tus mejores esfuerzos en el trabajo, pero confía sólo en Aquel que prometió "(suplir) todo lo que (te) falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús".