viernes, 3 de marzo de 2023

No te aficiones a los chismes

                  Éranse  tres mujeres que decidieron confesarse sus debilidades. La primera reconoció beber en exceso; la segunda admitió que tenía envidia del físico de otra amiga. La tercera quedó callada, así que las otras le insisrieron: 'Venga, ¿cual es tu debilidad? Por fin respondió: Es el chisme, y me muero de ganas de salir de aquí y contar esto a alguien'. En serio; la Biblia es firme al respecto al chisme: "El que refrena su lengua  protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina" "Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve para nada" El que quiere amar la vida y ver dias buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño".

                   El chisme es como el barro que se arroja contra la pared---a lo mejor no se queda pegado pero deja una mancha---: y esa mancha puede permanecer ahí toda una vida. Por lo tanto, antes de lanzar el barro", mira bien adonde "apuntas". Pregúntate cuanto daño vas a causar y como te vas a sentir después. Dijo Salomón: "En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto". ¿Te das cuenta? Te vas a "comer tus palabras". Recogerás la cosecha de  lo que has sembrado, ya sea bueno o malo. Y no olvides: Si estás buscando faltas que criticar, no tienes mas que mirarte en el espejo. Cuando te dedicas  a trabajar en tus propias debilidades no te queda tiempo para murmurar de las de nadie.

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