La iglesia no es un conjunto de personas mejores que los demás, sino que está formada por gente que quiere superarse y que sabe que con la gracia de Dios es posible conseguirlo. ¿Nos han decepcionado a veces sus líderes? Si, pero Jesucristo, cabeza de la iglesia, no nos ha fallado, ¡ni nunca lo hará!. La iglesia de Cristo, de la que forma parte tu congrecación local, fue concebida por Dios antes de que el mundo existiera. Su precio fue la sangre carmesí de Jesús, se ha mantenido a lo largo de la historia por el sacrificio de muchos mártires, se le ha profetizado que su final será más glorioso que su principio y se está preparando ahora mismo como Novia para su Novio. Juan, en Apocalípsis, la describe así: "Gozémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado".
Así que antes de atacar a sus líderes, retirar tu membresía o dejar de colaborar, recuerda que no hay nada en esta tierra que Dios ame más que a Su iglesia. Si haces daño a alguna parte del cuerpo, tembién la Cabeza se resiente. Y ten en cuenta lo siguiente: lo único en esta tierra con futuro es la iglesia; todo lo demás se va a desvanecer en humo. . La póliza de seguros de la iglesia está garantizada por el mismo Jesús, quién dijo: Edificaré mi iglesia: y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Por lo tanto, ama a tu iglesia; ¡Jesús la ama !.
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