Este es el primer versículo bíblico que puedes usar para medir tu crecimiento espiritual: "..Cada uno llevará su propia carga". El famoso dicho "Sólo eres joven una vez"; es verdad , pero puedes ser inmaduro toda una vida. Escribe Pablo: "...No puedo hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales...". Como padre, esperas que tu hijo adolescente tenga un mayor grado de responsabilidad y madurez que el hijo de dos años, ¿no? Tu Padre Celestial espera lo mismo de ti. Si sigues derrotado por los mismos hábitos y complejos con los que te debatías cuando empezaste la vida cristiana, busca la ayuda de Dios.
Para cumplir el destino que Dios prepató para tí, tienes que madurar. En lugar de tener que ser siempre "llevado a cuestas", tienes que conseguir alimentarte espiritualmente por tí solo, orar en fe por tus problemas y tomar decisiones importantes guiado por el Espíritu. El plan de Dios para nuestro crecimiento es: "...que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error, sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo" Debes procurar, por encima de todo, el crecimiento espiritual, o de lo contrario nuncas lo vas a obtener.
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