"El lado soleado de la calle"

                        Jane Johnson se puso de camino en un gélido atardecer de invierno para llevar la cena a la familia de una amiga que había muerto. Atrapada en el tráfico y con una agenda muy apretada, se estaba sintiendo abrumada, y se molestó mucho cuando llegó a la casa y encontró que no había nadie.llamó desde su teléfono móvil para hacer saber a la familia que había estado allí y se quedó estupefacta cuando se disparó el contestador automático y una voz familiar empezó a cantar; "Toma tu abrigo, ponte el sombrero, deja tus preocupaciones a la puerta; la vida puede ser tan dulce en el lado soleado de la calle". Era la voz de su amiga Annie, la que había muerto después de una larga batalla contra el cáncer de mama, dejando tres niños y un marido desconsolado. 

                         Escribe esto: "Quienes habían sido tocados por la personalidad increible de Annie, por su perseverancia y testimonio en medio de las circunstancias injustas y terribles, no esperaban oir su voz en el contestador.Su epíritu indómito me maravilló....Ella había hablado abiertamente  de su prognosis, pero nunca dudó en darle la gloria a Dios por la gracia y paz experimentada. Sabía que la vida con Jesús, en cualquier circunstancia, era como un paseo por el lado soleado de la calle". El salmista también oró: "..Dame vida mediante tu palabra" . Jane continua: "Al escuhar la voz de Annie en el contestador...hasta después de muerta Dios  usó su vida para confrontarme. Conduje a casa pensando cómo el Señor ilumina el camino más oscuro...como la queja me impedía saborear las cosas buenas de la vida. Luego pedí perdón por mi actitud egoista. Fue un tremendo recordatorio de que un dia esta vida estará completa en el lado soleado de la calle...en el cielo, donde no hay oscuridad, enfermedad ni muerte.