sábado, 18 de mayo de 2024

El perdón, la misericordia y la gracia de Dios (2)

                      Por muy bajo que hayas caído y por muchas veces que hayas fallado, Dios no se rendirá contigo. ¡Así que no te rindas tú tampoco! Nada de lo que hayas hecho se escapa de Su gracia. Otros podrán darte por perdido, pero Dios no. El rey David cayó tan bajo como puede caer un hombre. Fue culpable de adulterio, de engaño y de asesinato, todos ellos delitos graves. No obstante, Dios lo perdonó y lo restauró. David lo relata en dos salmos. En el primero escribió:  "Son tantos los que dicen : '¡Dios no lo rescatará!'. Pero Tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene min  cabeza en alto. Clamé al Señor y Él me respondió desde Su monte alto. Me acosté y dormí, pero me desperté a salvo, porque el Señor me cuidaba. No tengo miedo a los diez mil enemigos que me rodean por todas partes...La victoria proviene de Ti, oh Señor....".

                          En otro salmo escribió: "...Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza  en el Señor". El Dios del caos de la vida de David hizo un ejemplo y que de una gran prueba sacó un testimonio, hará lo mismo por ti si vuelves a Él y recibes Su perdón, Su misericordia y Su gracia.

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