¿Vives sobrecargado y abrumado? Te pareces a ese conductor que se pierde pero en lugar de parar para preguntar la dirección, aumenta la velocidad hasta que se agota la gasolina y acaba en un lado de la carretera. Nos decimos la promesa "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Pero Dios no promete que podamos hacer todo lo que queramos, ni todo lo que la gente espera que hagamos, ni todo lo que otros hacen. Dios solo nos dará el poder para que nos ha llamado a hacer.No hay otra cosa que nos humille tanto como los fracasos. Dios permitirá que demos vueltas y vueltas al mismo monte hasta que el paisaje nos resulte tan familiar que tengamos que detenernos y preguntar la dirección, sobre todo cuando sabemos en nuestro interior que no estamos donde Dios nos quiere.
En el libro (Deja que tu vida hable) el escritor dice: "Crecí en una cultura que sostenía que podía hacer lo que quisiera que no tenía limites; con energía y compromiso de mi parte. Dios intervendría para ayudarme y lo único que yo tenía que hacer es seguir en el programa marcado. Mis problemas empezaron cuando topé con mis limitaciones...las cuales descubrí al enfrentar mis fracasos."
¿Cual es tu limitación más dolorosa? ¿Esa que no quieres aceptar? ¿La que no quieres que nadie sepa? Reconócela, Busca que alguien le dé una valoración sincera. Pide a Dios q1ue te ayude a aceptar los límites que ha puesto en ti para tu propia protección.
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