viernes, 24 de agosto de 2012

Palabras con gracia

                                                           Mark Twain decía medio en bromas: "Tardas dos años en aprender a hablar, y el resto de tu vida en controlar tu lengua" Uno de los pecados mas tolerados y a veces justificado, es el pecado de la murmuración. Jesús condena las palabras imprudentes, diciendo que provienen de un corazón corrompido. Muchas veces hablamos sin considerar el efecto de nuestras palabras tienen en los demás. Si crees que Dios hace la vista gorda a todo, piénsalo dos veces.
                                                           Tus palabras edifican o destruyen, inspiran o desaniman, sanan o hieren;elige bien, pues lo que dices. Las palabras ociosas son a menudo esos comentarios sin sentido en los que nos enredamos  cuando no tenemos nada mejor con lo que contribuir a la conversación. Y cuanto mas los digas, más fácil será que se conviertan en murmuración y lastimen a alguien. Escribe Salomón: Aún el necio, cuando calla,es tenido por sabio..." ¿Se puede confiar en alguien que hace comentarios frívolos de todo? ¿Verdad que no ?¡Entonces párate y considera bien lo que sale de tu boca!  Serías más respetado y provocarías menos confusión si no hablaras tanto. O tal vez tengas que elegir mejor los temas de los que hablas, o pensártelo dos veces antes de" hablar a tontas y a locas". La Biblia dice: Sea vuestra palabra siempre con gracia...para que sepáis cómo debéis de responder a cada uno"          

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