domingo, 12 de agosto de 2012

Hacer la voluntad de Dios

                                                           Muchas veces cuando iniciamos algo, soñamos con cambiar el mundo; y tan alto pensamiento nos intimida. Por ello tenemos que comenzar con algo pequeño. No intentes ayudar a todos ¡ayuda a alguien! Al hacerlo con el tiempo te darás cuenta de que estás viviendo según la máxima de San Francisco de Asís: "Empieza haciendo lo necesario, luego haz lo posible; y un día te encontrarás haciendo lo imposible." Aunque nunca llegues a lograr cosas grandiosas, te sentirás contento de hacer las cosas bien. Ningún acto bondadoso es demasiado pequeño.
                                                             Alguien escribió; "Cuando me propuse dar importancia a los demás, me dí cuenta de que yo mismo me sentía más realizado. Ahora lo entiendo; No vamos a recibir nada si no damos y no vamos a dar nada si no recibimos " Si tu propósito vital no contempla ayudar a otros, no merece la pena vivir; El presidente  Woodrow Wilson afirmaba: "No estás aquí solamente para vivir; estás aquí para hacer que el mundo viva mejor, con una visión mayor, con un espíritu lleno de esperanza y de logros. Tu propósito en esta vida es enriquecer al mundo;y te empobrecerás si te olvidas de esta misión" Existe un proverbio en el Oriente Medio que dice: "Cuando naciste, lloraste y el mundo se alegró. Vive de tal forma que cuando mueras el mundo llore y tú te alegres." Y eso es precisamente lo que sucederá si vives de acuerdo a esta verdad: "El hacer tu voluntad, Dios mio, me ha agradado.."

No hay comentarios:

Publicar un comentario