miércoles, 13 de febrero de 2013

No lleves la cuenta

                                                                        Jaime bebió demasiado en la fiesta y puso en evidencia a su esposa Isabel. A la mañana siguiente, él se sintió mal y la pidió que le perdonara. Ella le dijo que lo haría, pero no dejó de mencionar el asunto. Un día descorazonado él la dijo. "Pensé que me ibas a perdonar y que ibas a olvidarlo?. Ella le dijo: "Y lo he hecho, sólo que no quiero que te olvides de que te he perdonado y que lo he olvidado". ¿Perdonas tú de esta manera?.
                                                                         Apuntar los tantos sólo vale para los deportes competitivos; en una relación es desastroso. Hay tanto bueno en los peores entre nosotros y tanto malo en lo que nos pasaremos la vida aprendiendo a perdonar y a olvidar. Y olvidar es más difícil cuando la ofensa es muy grande. Las pequeñas se pueden olvidar fácilmente, pero las grandes requieren un proceso, y hasta que no tomes la decisión de perdonar, el proceso no puede ni empezar.
                                                                         ¿Como conseguir perdonar de la manera que Dios te perdonó a ti? Pablo respondió: "Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Dios os perdonó, así también hacedlo vosotros" Para practicar esta clase de perdón, debes de concentrarte en las cosas buenas de esa persona, no en las malas. Tienes que apartar tu corazón de lo que pasó  y enfocarlo en lo que puede  pasar.Dices: "¿Por qué debo perdonar y olvidar? a) Porque tú mismo no vas a dejar de necesitar perdón: b) Porque no estás hecho para cargar con el estrés que lleva el resentimiento.    

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