viernes, 25 de septiembre de 2015

Deja esa actitud de "creerte con derechos"

                                                        La Biblia dice: "...Servíos por amor los unos a los otros...". En otras palabras, deja esa actitud de "me debes" y cámbiala por la de "te debo". Algunos creen lo siguiente: 1) Mi derecho por haber nacido es un trabajo de por vida, con un buen sueldo y un plan de jubilación garantizado a los sesenta y cinco. 2).El ascenso laboral sólo es cuestión de tiempo. 3). Cuarenta horas a la semana es lo máximo que puede soportar un trabajador. 4). La última hora de la jornada sirve para facilitar la transición a casa. 5). La pausa de diez minutos para el café, debería de ser al menos de media hora. 6). La hora de la comida debería alargarse al menos hora y media. 7). Todos los empleados deberían recibir la misma proporción de los beneficios de la empresa, independientemente de su contribución.
                                                      ¿ De donde viene esa actitud de "creernos con derechos"? Parte del problema está en la misma palabra "derechos". Pensamos que la gente nos "debe" por la posición que ocupamos en sus vidas: madre, hija, hermano, esposa. marido, amigo, donante, pastor, empleado, jefe etc. Tratamos nuestra posición como si fuera un "título de propiedad" que nos da derecho a esperar cualquier beneficio. ¡Pero la vida no es así! Cuando el hijo pródigo dejó su casa y acabó en una pocilga, leemos en la Biblia: " ...Nadie le daba nada". Humillado y vapuleado por la realidad, se dispuso a trabajar junto a los criados de la casa de su padre. Afortunadamente, su padre lo amaba mucho y lo restauró. Pero la lección aquí es que la vida no te debe nada más que la oportunidad de estudiar, trabajar duro, madurar y sacrificarte para alcanzar tus metas.

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