martes, 15 de noviembre de 2016

"Escucha hijo mio, la instrucción de tu padre"

                                                      En Proverbios, aparece "hijo mio" veintiséis veces y "padre" diecinueve veces.Se trata de una carta de padre a hijo y de padre a padres sobre cómo ser buenos progenitores. No sólo son enseñanzas de como educar a los hijos.sino también de cómo serles de ejemplo. Resulta interesante que dicha carta contenga un montón de advertencias sobre el mal uso del sexo y los problemas que puede conllevar. Seguro que hemos oído el chiste del adolescente de doce años al que su padre le dijo: "Hijo, ¿no crees que ya es hora de que hablemos de sexo?". El jovencito respondió: "Claro, papá.¿Qué quieres saber?"
Es una pena que hoy nuestros hijos reciban su educación sexual en el colegio, de sus amigos, de Internet y de su propia experiencia, pero no en el hogar. Salomón escribió: "Por qué, hijo mio, dejarte cautivar por una adúltera...? 
                                                       La educación sexual es la respuesta, siempre y cuando el profesor, el aula y los contenidos sean los apropiados. El profesor idóneo eres tú, papá, el aula, tu hogar y el programa, la Biblia. Un estudio realizado en diez mil estudiantes de secundaria reveló que los valores morales de los padres y el seguimiento escolar de los hijos son lo que mas influye en la actividad sexual de cualquier adolescente. Los padres con una estrecha relación con las hijas y que supervisaban sus deberes y actividades eran capaces de frenar en un 42 por ciento la probabilidad de que quedaran embarazadas antes de casarse. Por eso, papá (y mamá), hablad, involucraos. El tema es demasiado importante para quedaros de brazos cruzados.    

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