martes, 22 de noviembre de 2016

Saber si has perdonado de verdad

                                                    Cuando el rey Nabucodonosor metió a Sadrac Mesac y Abednego al horno de fuego, Dios los sacó y "ni siquiera olían a humo". Todos nos hemos cruzado con personas que todavía "huelen a humo", personas cuya actitud dice: 'He pasado una mala racha y estoy muy afectado'. ¿Cómo reaccionas tú?' ¿Te han endurecido el corazón las pruebas o te lo han ablandado? Cuando hablas, ¿Te proyectas como optimista o como pesimista? ¿Estás atado a los recuerdos del pasado? ¿Hablas de tu dolor a cualquiera dispuesto a escucharte? ¿No ves que lo que haces te encadena al pasado? Cuando los elefantes de circo son pequeños y no conscientes de su fuerza, se los encadena a una estaca para reducirles la movilidad.
                                                       Después, una vez crecidos y fuertes como para romper la cadena, siguen atados.¿Por qué? Porque creen que esa limitación es permanente. En realidad lo que los ata no es la cadena, sino el recuerdo. Si estás atado a recuerdos dolorosos y debilitantes la palabra de hoy para ti es: "Dios nuestro, otros señores fuera de Ti se han enseñoreado de nosotros; pero nosotros nos acordamos de Tu nombre, solamente el Tuyo. Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, los destruiste y desvaneciste todo su recuerdo ". Sean cuales sean los recuerdos, debes comenzar a declarar que eres libre de su atadura. Lo que te libera es mantenerte firme en la Palabra de Dios.   

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