jueves, 17 de noviembre de 2016

Si lo quieres, entrégalo

                                                Una noche, un hombre llamó a la casa de la Madre Teresa y le contó de una familia de ocho miembros que no había comido durante una semana. Ella fue, y al ver las caras de los pequeños afectadas por la desnutrición, les dio un saco de arroz. Entonces la madre de los niños hizo algo curioso. Se guardó la mitad de l arroz y se llevó la otra mitad. Cuando volvió la Madre Teresa le preguntó adonde había ido. La respuesta fue: 'A mis vecinos que también tienen hambre'. La Madre comenta, no me sorprendió que diera; los pobres suelen ser muy generosos. Pero sí que ella supiera que estaban pasando hambre. Por norma, cuando sufrimos no nos fijamos en los demás. La Biblia enseña que cuando te centras en las necesidades de otros, Dios hace que tú recibas lo que necesitas. Así que si quieres algo, entrégalo.
                                                Aquí están las razones: 1) Dar es la clave para ser bendecido. Jesús dijo: Dad, y se os dará; se os pondrá en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante...  2) La semilla que plantas ahora determina el tamaño de la cosecha que recogerás luego. No hay semilla demasiado pequeña para multiplicarse si estás dispuesto a plantarla. Encuentra una causa mayor que la de tu propio interés, vuélcate en ella y descubrirás dos cosas. La primera: Está bien conocer tus limitaciones, mientras estas no condicionen tu vida. La segunda: la bendición de Dios viene cuando entregas lo que tienes en vez de quejarte de lo que no tienes. Por eso si quieres algo, entrégalo.    

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