viernes, 11 de noviembre de 2016

Vencer el miedo a la intimidad

                                                    Adán y Eva no se ocultaban nada. "Estaban ambos desnudos...pero no se avergonzaban". Además Dios les había dado como pareja el gobernar el mundo. Pero ahí entra Satanás en escena. ¿Qué atacó? La intimidad en la pareja. "Entonces fueron abiertos los ojos de ambos  y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera  y se hicieron delantales". "Intimidad" implica "ser abierto y transparente y confiado". Cuando Adán y Eva perdieron eso, comenzaron a esconderse de Dios y del otro.Nosotros también nos hemos estado escondiendo los unos de los otros. La intimidad emocional es la base para cualquier relación importante. Sin ella, la relación se vuelve superficial e insatisfactoria.
                                                     Tenemos miedo de confesar a otros nuestros temores, necesidades,  inseguridades,secretos, esperanzas, anhelos,opiniones raras o aspectos desagradables. Y ese temor proviene del miedo a la soledad. Pensamos, por ejemplo,' Si de verdad me conocieras, me abandonarías' O proviene del miedo a la incompetencia:'A lo mejor estás decepcionado conmigo por no cumplir con todas las expectativas que tenías'. O del miedo a perder el control: 'Ahora que sabes como me siento, quizás lo uses para controlarme'. Las mujeres " se hacen de rogar" y los hombres "se hacen los duros" los que no necesitan a nadie ¿Qué hacer? Aprendamos a orar juntos. Ante Dios, que lo sabe todo sobre nosotros, somos totalmente sinceros. Al compartir esos momentos con el otro, caen las barreras, el corazón se enternece y nos acercamos más entre los dos.

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