Gedeón venía de una familia de adoradores de ídolos, por lo que pensó que no había mucho futuro para él en Israel.Pero Dios tenía otros planes y le dijo: "...Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?". Y hoy en día se considera a Gedeón como uno de los grandes líderes de la Biblia. A esto se le denomina "el poder de uno". ¿No crees que una sola persona puede marcar la diferencia? Winston Churchill convenció a Inglaterra de que podría sobrevivir al poder militar de los nazis. Lee Laccocca cambió los destinos de Chrysler y salvó la empresa. Florencia Nigthingale transformó el cuidado de los pacientes cambiando los sistemas sanitarios y la higiene de los hospitales, prácticas que se siguen aplicando en nuestros días. Rosa Parks, una mujer negra, dio al traste por sí sola a dos siglos de discriminación racial.
Pero no tienes que ser un Jorge Washington, un Abraham Lincoln, o una madre Teresa de Calcuta para marcar la diferencia. Tu influencia no tendrá tanto como la suya, pero según el dicho "la caridad empieza en casa" que significa que puedes crecer en influir en el entorno donde te encuentras. Un poema titulado "Un Salmo de vida" dice así: "Las vidas de los grandes hombres nos recuerdan que también la nuestra puede ser sublime; al partir ellos dejan tras sí huellas en la arena de los tiempos". Como Gedeón, tal vez no puedas cambiar la historia de tu familia ni rectificar los errores pasados. Pero puedes aprender de ellos, madurar y crear un legado que pese ,ás que tu herencia. ¿No estás seguro de por donde empezar? Entrega tu vida a Cristo y sigue Sus pasos.
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