martes, 24 de enero de 2017

No dudes de la Palabra de Dios

                                                  Puedes dudar de tu capacidad, pero nunca dudes de Dios; ni de Sus promesas o la disposición para cumplirlas. Escribió el salmista: "...Ha engrandecido Tu nombre y Tu palabra sobre todas las cosas". La única cosa del universo que Dios ha colocado por encima d Su nombre es Su Palabra. Por lo tanto, alimenta tu mente con ella, proclámala a diario y no la cuestiones. La duda surge a menudo por nuestra tendencia a sentirnos autosuficientes. La autosuficencia es un concepto promovido por el mundo que nos incita a depender de nuestras capacidades y destrezas. Pero la Biblia dice: "...Necio es el que confía en sí mismo...". Se dice que el versículo central de la Biblia es:  "Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre". 
                                                    Centra tu confianza en Dios, no en ti ni en los humanos. ¿Dudas de ti y de tu valía? ¿Cuestionas tu capacidad para proseguir una carrera? ¿Dudas de tu aptitud para mantener relaciones humanas saludables? A pesar de haber vivido con Jesús durante casi tres años y haber escuchado su promesa  de que resucitaría de los muertos, el apóstol Tomas dijo: "Si no veo sus heridas y lo toco, no creeré". ¿Le dio Jesús la espalda a Tomas por tener dudas ? No; el Señor nunca rechaza un corazón sincero, aunque albergue dudas. Jesús se le apareció en persona y resolvió la incertidumbre de Tomas. Y conforme lees Su Palabra y buscas Su rostro, Él también aminorará tus recelos y tu desconfianza. Cuando dejes de vivir en el ámbito de los "sentidos" y aprendas a "caminar por fe", tus dudas comenzarán a desvanecerse.             

No hay comentarios:

Publicar un comentario