miércoles, 25 de enero de 2017

Ve a la gente como Dios la ve

                                                Cuando consideras a algunas de las personas a quienes Jesús llamó para ser Sus discípulos, la palabra "problemáticos " te viene a la mente. Pero eso no le disuadió a Jesús. Como el que encuentra un tesoro en la basura, Él vio su potencial e hizo que lo pusieran en práctica y lo perfeccionaran. Ese es también tu caso ¿no? Escribe Pablo: "...Sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo...". Es decir nadie escribe tu historia, ni siquiera tu mismo, sino el Espíritu de Dios. Así pues, tus mejores días están por venir. En una mesa de libros usados  y muy ajados con precios diminutos se encontraba una vieja Biblia. Muchos la habían cogido y ojeado. Estaba en muy mal estado y no valía dos perras, por lo que la habían colocado en la mesa de los saldos.
                                                    Un hombre la cogió, reprimió un grito y fue apresurado al mostrador a pagar el precio irrisorio. Resulta que esa Biblia era una original de Gutenberg,valorada en más de un millón de euros. ¿Cuantas veces ese viejo libro había pasado de mano en mano hasta que alguien lo redimió? ¿Cuantas veces el mundo lo despreció, desconociendo su valor? De la misma manera, todos nosotros fuimos trasteados hasta que Jesús vio el valor en nosotros. Pero en lugar de pagar un precio de saldo, pagó el precio mas alto: "...Cuando todavía eramos pecadores, Cristo murió por nosotros". Por lo tanto cuando tengas un mal día, mírate al espejo y recuerda: 'Dios me ama tanto que pagó el precio del Calvario'. Y luego intenta ver a los demás como tesoros sin los cuales Dios no puede vivir; pecadores redimidos por Cristo.               

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