jueves, 5 de enero de 2017

No seas tan egocéntrico

                                                ¿Te gustaría que los demás te tengan respeto? Entonces, cuando te cuenten sus luchas y sus logros, no les digas: '¡Eso no es nada!' tendrías que ver mi...Amán funcionario del gobierno Persa mencionado en el libro de Ester, tenía una personalidad egocéntrica. Él "hizo alarde de su enorme riqueza y de sus muchos hijos, y de como el rey lo había honrado en todo sentido ascendiéndolo sobre los funcionarios y demás servidores del rey ". Nos consta que nunca se interesó por nadie más que no fuera él mismo. Además estaba tan resentido por el favor que el rey había mostrado a Mardoqueo, un judío, que construyó una horca para ahorcarlo. ¿Y cómo acabó la historia ? El rey ahorcó a Amán en la misma horca que él había levantado para Mardoqueo. Así que, a menos que quieras tener una soga alrededor del cuello, ¡no hables tanto de ti mismo!
                                                   Es muy probable que no seas consciente de ese defecto en tu carácter. Pídele a Dios que te ayude a darte cuenta y que te conceda Su gracia para vencerlo. El egocentrismo muere lentamente, así que empieza con pequeños pasos. Intenta pasar un día entero sin que tus asuntos sean el centro de todas las conversaciones. Préstale toda la atención a cada persona que veas y verás como tus amistades se multiplican y las relaciones se profundizan. La palabra de hoy para ti es: "Vela no solo por tus propios intereses sino también por los intereses de los demás".     

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