La Biblia dice: "Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás ...ochenta". Si tienes la bendición de vivir tanto tiempo, lo más normal es que pases veinticuatro años durmiendo, veinte trabajando, diez en la iglesia y de vacaciones(más de vacaciones que en la iglesia...), siete años comiendo, seis años viajando, cuatro años combatiendo la enfermedad y dos años vistiéndote. Alguien dijo: "La presión de las múltiples ocupaciones es como un embrujo...que busca atrapar a víctimas cada vez más jóvenes de modo que apenas (concedamos) tiempo a Dios para que forme en nosotros el carácter cristiano".Nos equivocamos si pensamos que vamos a ganar mas tiempo por ir deprisa. No es así. El continuo ajetreo, aparte de dispararte la adrenalina y de quizás hacerte sentir y aparentar ser más importante, es un enemigo del alma. Te puede arrebatar el crecimiento espiritual al impedirte reflexionar y examinar el corazón. No se trata del número de cosas que logres hacer en un día, sino de la calidad de las acciones. Puedes estar muy ocupado pero no tener equilibrio en tu vida.
Un erudito de la Biblia afirmó que " la soledad es el horno de la transformación". Hay tres tipos de soledad: 1)Períodos breves que vivimos a diario. 2) Períodos mas largos de unos días ( o más) de reclusión. Jesús pese al ritmo frenético de su ministerio, se habituó a retirarse de las demandas de la multitud para pasar tiempo con Su Padre. (¿Sabía Él algo que nosotros desconocemos?). Asimismo les dijo a los discípulos: "Venid conmigo aparte...a un lugar tranquilo y descansad un poco".3) Descanso obligado. "...Me hace descansar...) No esperes a que Dios te obligue a descansar. Procura llevar una vida equilibrada.
Es difícil llevar la vida actual sin un poco de ayuda, he optado por conseguir vitaminas del complejo b para dar el punch que nos hacia falta
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