Si estás decidido a cambiar tu vida, aqui tienes el consejo de un conocido experto: "No cambies lo suficiente como para escapar de tus problemas, cambia lo suficiente para resolverlos. No quieras cambiar las circunstancias para cambiar tu vida; cambia tu para mejorar las circunstancias. No hagas siempre lo mismo y esperes resultados diferentes; haz algo diferente para conseguir distintos resultados. No veas el cambio como una ardua tarea que se debe cumplir sino como algo útil que se puede lograr. No intentes ahorrarte el precio que exigen los cambios, porque si lo haces terminarás pagando un precio mayor: el de no mejorar nunca" . La Biblia dice: "la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que seáis perfectos e íntegros, sinque os falte nada".
Forjar el carácter es un largo proceso; no esperes que sea fácil. Si tratas de esquivar las dificultades de la vida, obstaculizas el proceso, retrasas tu crecimiento y terminas con un mal peor que podrías haber evitado si hubieras aceptado los cambios y no te hubieras escabullido. En una ocasión devolvieron una carta a la oficina de correos; en el sobre aparecía escrito a mano "Está muerto". Por descuido, se volvió a enviar la carta a la misma dirección. Esta vez la devolvieron con la nota "Sigue muerto". Seamos sinceros; a la mayoría no nos gustan los cambios y hacemos todo lo posible para evitarlos. Queremos mejorar pero sin pagar el precio necesario. Y ese es el problema, porque nunca serás lo que Dios quiere que seas quedándote como estás. No basta con querer cambiar y estar abierto a los cambios, debes procurarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario