domingo, 12 de mayo de 2019

Volar, correr o andar

                                                 Alguien escribió un libro, récord de ventas, titulado: La Vida Cristiana Normal. ¿ Por qué ese título? Porque sólo cuando entiendas lo que es "normal" en la vida cristiana podrás reconocer en qué estación te encuentras, evaluar tus circunstancias de forma correcta y adaptarte a ellas. En una ocasión Pablo resucita a un muerto, en otra escribe: "...Aún perdimos la esperanza de  conservar la vida..."La Biblia dice: "Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras..."  Un día clama por fuego del cielo y su oración es respondida, al día siguiente se siente totalmente depresivo, al borde del suicidio. No puedes usar estos cambios como excusa para el letargo espiritual, pero tienes que aprender
a discernir los momentos. La fe no nos hace exentos de las estaciones de la vida, sin embargo nos ayuda a pasar por ellas en victoria.
                                                  Por lo tanto: 1) Si eres un "volador". Si estás bendecido por el Señor y triunfas más allá de tus habilidades naturales, disfrútalo. Pero recuerda siempre que esa capacidad de volar proviene de Dio y no de ti mismo. Si olvidas eso, ¡al suelo caerás! 2) Si eres un "corredor". Dale gracias a Dios por estar todavía en la carrera. No te compares con los que vuelan, para que no te desanimes y no te compares con los que andan para que no te enorgullezcas. Sigue corriendo y ya llegará tu oportunidad..
3) Si eres un "andador". Sigue poniendo un pié delante de otro. Hay veces en que la pena, el desánimo y la fatiga hacen imposible volar o correr. Lo que si puedes hacer es caminar sin desmayar, aunque sea difícil. No importa; acepta estar donde estás. Para Dios el andar también cuenta. y si eso es lo único que puedes hacer ahora ¡es suficiente!.

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