viernes, 19 de julio de 2019

Cuando Dios te da una visión

                                                 El apóstol Pablo tuvo una "visión celestial". Pero algunos "...hablan visión de su propio corazón, no de la boca del Señor" Por lo tanto, debes estar seguro de que operas de acuerdo al plan de Dios, no al tuyo o al de otra persona. La Historia de la Torre de Babel nos enseña dos cosas: Primero, cuando alguien se propone hacer algo, normalmente lo consigue; segundo: el éxito de una empresa no significa necesariamente que estés en la voluntad de Dios. La palabra Babel (confusión) significa que otros pueden ènsar que estás en lo cierto, y sin embargo estar equivocado. Te preguntarás: '¿No está bien hacer planes y proponerse metas?' Por supuesto, pero tus planes y tus metas deben provenir de la visión que Dios te dé. Cuando Pablo dijo: "...No fuí rebelde a la visión celestial", dejó claro que sólo hay una forma de responder al plan de Dios: ¡con obediencia! La obediencia parcial, selectiva o demorada sigue siendo desobediencia.
                                                   William Carey, considerado como el padre de las misiones modernas, dejó las comodidades y la fortuna para ir a India a predicar el evangelio. Una de sus citas mas conocidas es
"Espera grandes cosas de Dios, procura grandes cosas para Dios". Pero sólo puedes decir tal afirmación con seguridad si sabes a lo que Dios te ha llamado. ¡Dios llama y Dios capacita! Cuando te marcas tus propias metas, te falta ese profundo convencimiento de que Dios está haciendo la obra; por consiguiente, te agotas pensando que lo tienes que hacer todo rú solo. Pero cuando sabes que Dios te ha dado una visión para la vida, confías en Él, aunque no tengas ni idea de cómo se va a llevar a cabo.

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