Alguien destacó que antes de que se colocara la piedra en la Catedral de San Pablo de Londres, su arquitecto ya la veía acabada en su mente. Antes de dar el primer golpe con su cincel en el mármol, Miguel Angel ya sabía como iba a ser Moisés. ¿Por qué debería sorprendernos, entonces que el creador y arquitecto del universo tenga un plan y un designio para su creación? Dijo el salmista: "Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientrre de mi madre" . Antes de que fueras concebido. Dios ya había considerado todo lo que iba a afectar a tu vida, incluido "...el curso de los sucesos del mundo..." las decisiones de los dirigentes políticos y hasta los cabellos de tu cabeza. ¡Piensa en ello cuando se te caiga el pelo!
Un doctor expone: "El designio de Dios no sólo abarca las circunstancias más allá de tu control, sino también aquellas que crees que controlas. Tal vez pienses que tú decides el uso del tiempo, la ruta que eliges para ir a trabajar, las compras del supermercado, pero la realidad es que el Señor decide lo que van ha hacer los humanos; todas las decisiones, no sólo las buenas. Si fuiste concebido en una relación extramarital de dos adolescentes impetuosos, o si eres fruto de una aventura amorosa, o incluso de una violación, despues de leer el Salmo 139 no podrás decir que tu nacimiento fue un accidente. De alguna forma Dios usó el fracaso moral de otros para cumplir su plan. Y si puedes usar los errores de otros o convertirlos en algo positivo, ¿porque nos sorprendemos que vaya a usar nuestros errores para cumplir sus designios? Es una idea fascinenante y extraordinaria, que brinda esperanza a cualquiera que haya fallado."
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