Un doctor experto en crecimiento eclesial, le pidieron en cierta iglesia diagnosticar las razones del declive de la membresía. Tras asistir a los servicios durante varias semanas, se reunió con el liderazgo y les dijo: "Poned una verja alrededor de la iglesia y cobrad admisión, así la gente verá como era la iglesia en la década 1950." En otras palabras, '¡lo estáis haciendo peor que ellos!' Cuando nuestro ego está en juego, solemos tratar de embellecer las cosas e ignorar indicios de que las cosas no van bien. El peligro de hacer eso es que con el tiempo dejamos de captar la realidad de lo que pasa a nuestro alrededor.
Los buenos líderes no caen en la trampa, sino que son implacables en su búsqueda de la verdad.No aceptan información que no revele la realidad de las cosas, ni recompensan a los que la tergiversan. Al hacerlo, crean una cultura de trasparencia a la hora de enjuiciar las situaciones. Tales líderes se rigen por siete mandamientos. 1) No aparentarás lo que no eres 2) No harás la vista gorda. 3) No exagerarás 4) No te ensañarás con el que traiga malas noticia 5) No usarás las cifras como parápeto para esconder la verdad 6) Tendrás en cuenta la crítica constructiva 7) No te aislarás. Tratar de avanzar haciendo oídos sordos a la realidad es como querer flotar en el agua: te mantendrás a flote durante cierto tiempo, pero acabarás ahogándote. Ya sea en tu iglesia, tus negocios o tu vida personal, disponte a enfrentar la realidad, por mnuy dolorosa que sea. Y si no te agrada lo que ves-¡cámbialo!
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