miércoles, 14 de julio de 2021

¿Has desviado tu atención?

                          Ocurre a veces que después de "darlo todo" puedes acabar totalmente exausto y desanimado. Fíjate en Elías. Dios lo usó en el monte Carmelo para hacer descender fuego desde el cielo sobre los profetas de Baal. Y sin embargo se desplomó bajo las amenzas de Jezabel. Como fugitivo, huyendo de la reina "...fue a sentarse debajo de un enebro...y dijo Basta ya, Señor quítame la vida..." En el momento en que desvió su atención  de Dios al enemigo, se vió desbordaddo. Emtonces el Señor le volvió a hablar, aunque esta vez no lo hizo de forma espectacular, sino como un "silbo apacible y delicado" llevándole a un lugar apartado para que descansara y pasara tiempo con Él.Cuando la nación volvió a ver a Elías después de este episodio, éste ya se había fortalecido espiritualmente.

                          Entonces responde a la pregunta: "¿Has desviado tu atención de Dios a "las cosas que tienes que hacer?" Si es así, necesitas tiempo a solas con Dios. Cuando Él te llame para que te apartes a descansar, ¡Hazlo!Alguien dice: "No hay mayor fracaso que el éxito sin Dios". Hay dos peligros que le siguen a todo triunfo: Primero, pasar demasiando tiempo escuchando los elogios de los demás. Segundo, dar por hecho que tienes todo lo necesario para triunfar por tus propias fuerzas. Si haces una de esas dos cosas, te desconectas de Dios, la fuente de toda energía. Dijo David: "El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?" Sólo puedes ser audaz e intrépido su tu fe está cimentada en Dios. Y una cosa más: Dios  envió a Eliseo para que asistiera  a Elías; Él también puede enviar a la persona adecuada para ayudarte a tí. Él sabe lo que necesitas para volver a levantarte y seguir adelante. 

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