martes, 18 de enero de 2022

Dales otra oportunidad

                El apóstol Pablo, que demandaba compromiso total y absoluto de él mismo y de sus colaboradores, se enfadó con Marcos porque este queria un descanso para ir a casa a visitar a su familia. Posteriormente, después de considerar todo el episodio, Pablo le dio a Marcos una segunda oportunidad, con estas palabras: "...Porque me es útil pàra el ministerio". Dios ve el potencial en la gente, aún en aquellos con grandes fallas, y nosotros debemos hacer lo mismo. Cuando creemos en las personas y las animamos, estas suelen dejar de ser un lastre para convertirse en individuos útiles.

                 Hace muchos años en una ciudad industrial de Escocia, una joven organizó una Escuela Dominical para niños de la calle. Para animarlos a seguir asistiendo a las clases, la directora compró a cada uno de los niños un traje nuevo. Pero unas semanas después, faltó Bob, el chaval menos comprometido del grupo. La directora se fue a buscarlo y lo encontró con la ropa sucia y rota. Entonces le compró otro traje y lo invitó a volver. Después de algún tiempo, el joven dejó de asistir otra vez a la Escuela Dominical. Indignada, la profesora no quería saber nada de él, pero la directora le dijo: 'Le compraré otro traje si promete asistir con reguralidad'. Y esta vez Bob lo hizo. Siguió asistiendo a las clases, entregó su vida a Cristo y se preparó para ser ministro ordenado. Ese niño desalentado, abandonado y harapiento no fue otro que  Robert Morrison, el gran misionero a la China, quien tradujo la Biblia al chino y abrió la puerta del Reino de los Cielos a muchos millones de habitantes de ese país. Entonces, '¿ a quién estás a punto de dar por perdido?' ¡No lo hagas! Dale otra oportunidad--¡ a ellos y a Dios !

No hay comentarios:

Publicar un comentario