jueves, 6 de enero de 2022

Reflexiones acerca de la oración (1)

     Las ovejas acaban, con el tiempo, familiarizándose con la voz de su pastor y aprenden a confiar en él para que supla todas sus necesidades. ¿Cómo puedes tú también familiarizarte con la voz de Dios? Veamos algunas pautas:   1) Entrégale a Dios tus pensamientos al despertar. Con la cabeza en la almohada y los ojos todavía cerrados, ofrécele a Dios los primeros segundos del día. Dile: 'Gracias por una noche de descanso. En este día te pertenezco' Alguien lo expresó así: "En el momento que te despiertas por la mañana, todos los deseos y actividades del día se agolpan en la cabeza como animales salvajes. Y tu primera tarea consiste en acallarlos y tratar de escuchar esa otra voz, recibir esa forma distinta de ver las cosas, dejar que fluya en ti esa otra vida pausada, más fuerte y más sublime." 2) Entrégale a Dios tus pensamientos mientras esperas en Él. Sé como esos matrimonios de años que han aprendido a valorar el silencio; no necesitan llenar el espacio de conversación porque su cercanía mutua les basta. Procura estar en silencio delante de Dios. "Estad quietos y conoced que yo soy Dios..." Para sentir la presencia de Dios tienes que estar en quietud delante de Él. Jesús oró: "...Que todos sean uno; como tú Padre, en mí y yo en tí, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea..." ¿Cuándo eres mas consciente de la presencia de Cristo "en tí"como Él lo prometió? ¿Hasta qué punto lo has invitado para que se sienta más y más a gusto en tu corazón? ¿Cómo has desarrollado en tu vida la disciplina de la intimidad con Dios en los últimos años? 

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