Déjalo ir

           Cuando Dios te ha prometido algo  y no sucede inmediatamenete, es fácil impacientarse, dudar y creer que Él quiere que tu intervengas para que se cumpla. Eso mismo hizo Abraham. Dios le había prometido una descendencia tan numerosa "...como las estrellas del cielo...". Pero cansado de esperar, decidió tomar cartas en el asunto, así que engendró a Ismael con la criada de su esposa, Agar. Y ahí fue donde empezaron los problemas serios. Ahora bien,Dios amaba a Ismael y tenía grandes planes para él, pero Abraham le tuvo que dejar ir para ver cumplida la voluntad de Dios. Fue esta una de las experiencias  mas dolorosas de la vida de Abraham. Por ello: 1) No aceptes nada que el enemigo envia a tu vida y que va a resultar en detrimento de lo que has estado esperando y por lo que has orado. 2) Cuida de quien recibes consejo. Engendrar a Ismael fue una "idea brillante" de la mujer de Abraham, Sara. 3) El hecho de que estés dispuesto a responsabilizarte de tus acciones no significa que no habrá consecuencias duraderas. Mira bien donde te postras, porque volver a levantarte quizás no sea tan fácil como crees. 4) Hay cosas en la vida que puedes dejar sin mayor esfuerzo, y otras que demandarán hasta la última gota de gracia. Es difícil dejar algo a lo que estás atado y en lo que te ves reflejado, como un trabajo que te gusta, la casa en la que vives o una relación dependiente. Pero cuando hayas ido lo más lejos que te sea posible con tu "Ismael" y estés dispuesto a ver la promesa de Dios cumplida en tu vida, tendrás que dejarlo ir.