martes, 29 de marzo de 2022

El verdadero dar (1)

              Pablo les amonesta a los Corintios: "...Procurad también sobresalir en esta gracia de dar". Y luego les estimula con el ejemplo de los creyentes de Macedonia: Ahora hermanos, queremos que os enteréis de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia. En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza, abundaron en rica generosidad. Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían.rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos.Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron  a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.

             Fijémonos que los dadores de Macedonia: 1) Primero se dieron al Señor sin reservas. 2) Entendieron que todo lo que poseían se lo debían exsclusivamente a la gracia de Dios. Pablo sabía de esa entrega, puesto que le suplicaron que recibiera sus ofrendas. ¡Extraordinario! ¿Cuando fué la última vez que estuviste en la iglesia esperando con impaciencia a que pasaran el plato de la ofrenda porque tenías unos deseos enormes de dar? Los macedonios dieron no porque el pastor les insitió, o porque si no lo hacían se iba a pique el ministerio, ni porque se sentían culpables o querían algo de Dios en contrapartida. No, fue un dar que fluía de sus corazones que rebosaban con la bondad de Dios. ¡Ese es el verdadero dar! 

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