miércoles, 30 de marzo de 2022

El verdadero dar (2)

            Nuestro ofrendar debería estar regido y motivado por el agradecimiento a lo que Cristo ha hecho por nosotros. Escribe Pablo: "...Jesucrito, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros por su pobreza fuerais enriquecidos". Es importante comprender lo generoso y bondadoso que es Dios con nosotros, puesto que muchos de nosotros no damos mas que las sobras; si nos queda algo depués de pagar las facturas y de haber gastado todo lo que queremos, entonces lo damos. Pero aunque ofrendes un millón de euros, si eso son tus sobras, ¿has dado lo mejor?. Algunos son "dadores de segunda mano". Estos reciben un regalo que no quieren, lo vuelven a envolver y se lo dan a otra persona. Hay quienes tienen armarios llenos de esa clase regalos. Y esa es la actitud que muchos tenemos al dar a Dios - ¡Y es un insulto!.

            En el Nuevo Testamento no encontramos a predicadores que suplicaban a la gente, que vendían artículos o que hacian todo un espectáculo para levantar fondos para la obra de Dios. Lo que encontramos es gente como los macedonios que respondieron a la gracia de Dios, porque entendían y amaban al Dios que servían. Toda la creación de Dios tiene la capacidad de dar.Él creó al sol para que diera sol durante el día y la luna y las estrellas para que brillaran por la noche. Creó las flores con semilla. Y Dios mismo es dador: "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito..." Cuando entiendes la gracia, las circunstancias pasan a segundo plano y tu dar no está determinado  por la relación deuda-ingresos, ni los índices financieros, ni los indicadores económicos ni tu nivel impositivo. No, ¡tu dar está motivado por la gracia de Dios!.

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