lunes, 26 de septiembre de 2022

Tu refugio contra las tormentas (2)

                        Para estar preparado para las tormentas de la vida, tienes que:  1) Conocer bien tu manual para las tormentas. Dice un antiguo himno: "Me aferro a las promesas infalibles cuando me asaltan las tormentas implacables de la duda y el temor. Aferrado a las promesas de la Palabra viva, las tormentas no prevalereceran contra mi". Tener una fe basada en las emociones es como llevar una muleta rota; no te va a sostener en las calamidades. Y demuestra que no tienes mas que un cristianismo superficial que no resiste las contrariadades.La Palabra de Dios sin embargo, es firme, más poderosa que las condiciones alrededor y te ayudará a capear cualquier temporal. "La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros..." Guarda un abundante depósito de Escrituras en todo momento para que puedas extraer de ellas cuando lo necesites. Superar las tormentas de la vida depende de tu posición a "(oir) estas palabras y (ponerlas) en práctica..." Por lo tanto memoriza las Escrituras, léelas hasta que si te cortaras, te saldría sangre bíblica. Medita en la Palabra de Dios hasta que te inunde y moldee tu conciencia. Cuando llegó la prueba dijo Job: "...Guardaré las palabras de su boca más que mí comida" 2) Protégete con oración .Muchos tratamos la oración como si fuera una visita a la sala de urgencias de un hospital: la descuidamos hasta que no llega el momento crítico. Imagina qué hubiera sido de Daniel si no hubiera orado hasta encontrarse en frente de las fauces del león. Este joven pudo sacar en su momento de crisis la fe que había acumulado en un estilo de vida de oración. Y en tus momentos de prueba, tú también podrás extraer de tu cuenta de oración, siempre y cuando hayas sido fiel en hacer depósitos periódicos en ella.  

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