La relación de Jesús tenía con el Padre es un modelo de la relación que quiere que nosotros tengamos con Él. Jesús tenía tanta intimidad con el Padre, que pudo decir: "...Yo soy en el Padre, y el Padre en mí..." Jesús también conocía íntimamente al Espíritu Santo. El primer sermón que la Biblia nos cita comienza con "El Espíritu del Señor está sobre mí..." Él "...fue llevado por el Espíritu al desierto...." y estaba "...lleno del Espíritu Santo..." Volvió después de cuarenta días duros en el desierto, donde fue tentado por el diablo "...en el poder del Espíritu..." Jesús se sometió al Padre y recibió poder del Espíritu Santo. Tenía la costumbre de ir a adorar. Memorizaba las Escrituras. Lucas dijo que Jesús "...se apartaba a lugares desiertos para orar".
Sus tiempos de oración lo guiaban . En una ocasión volvió después de un período de oración y anunció que era hora de irse a otra ciudad, y en otra oportunidad, eligió a sus discípulos después de orar. Jesús era guiado por una mano invisible. "...Todo lo que el Padre hace,también lo hace el Hijo igualmente" En el mismo capítulo dijo también: "Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta.Juzgo según el Padre me ordena..." Ora en este día: "Padre, mantenme alerta, sensible y rendido a Tí en todas las cosas; no como el último recurso sino como mi primera elección. Apodérate de mi vida. Jesús, Tú que estás en mi interior, ¡Vive Tu vida a través ded mí!
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