domingo, 1 de enero de 2023

Tocar a Jesús

                    Marcos narra la historia de una mujer  que sufría de hemorragias desde hacía doce años y había gastado todo lo que tenía en médicos, pero sin ningún resultado. Lo que la cultura occidental denomina discretamente como "una enfermedad femenina" había devastado la vida de esta judía. Desde el punto de vista sexual, no podía tocar a su marido. En cuanto a la maternidad, no podía tener hijos. En casa, todo lo que tocaba era considerado "impuro". Espiritualmente, no podía entrar en el templo. Por lo tanto, agotada físicamente, excluida de la sociedad y exausta en su espíritu, pensó 'Si tan sólo pudiera tocar a Jesús, quedaré sana'. Su milagro comenzó cuando pensó en Jesús. Pero antes tenía que hacerse paso entre la multitud que se interponía entre ella y Él. ¡Tú también tendrás que hacerlo! La multitud tiene sus razones y sus argumentos, pero ninguno merece la pena de que te pierdas a Jesús.

                Cuando esta mujer por fin llegó hasta el Maestro, sucedieron dos cosas:

  1) Se dio cuenta de que la fe siempre llama la atención de Jesús. Seguramente que muchas personas lo empujaron ese día; per Marcos relata: "Luego, Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud preguntó:---¿Quién ha tocado mis vestidos?. Fíjate que Él puede diferenciar entre alguien que asiste a la iglesia pero sin demasiado compromiso y un corazón verdaderamente hambriento que empuja a través del dolor,los problemas, las presiones y lo toca por fe.

  2) Es la única mujer a la que Jesús llamó "hija". Imagina como debió sentirse. Probablemente ni recordaba cuándo fue la última vez que había oído una palabra amable. Tú no eres un rostro más entre las muchedumbre, ni tu problema es demasiado grande para Jesús. En este día acércate a Él con fe, tócalo y sé sano.              

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