martes, 27 de noviembre de 2012

No seas como el hermano mayor

                                                        Conocemos la historia: el Hijo Pródigo dilapidó su fortuna y acabó en una pocilga de cerdos,comiendo con ellos. Más tarde, cuando regresó a su casa, su padre dio una gran fiesta en su honor. Pero el hermano mayor no quiso asistir a la misma, aludiendo lo siguiente: "...Tantos años hace que te sirvo...
y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con prostitutas y borracheras, has hecho matar para él el becerro gordo. El padre entonces le dijo: Hijo, tú siempre has estado conmigo y todas mis cosas han sido tuyas"
                                                          La realidad es que los dos hermanos pasaron tiempo en la pocilga: el pequeño en la pocilga de la rebeldía, el mayor en la del resentimiento. El uno llegó a casa y fue bienvenido, el otro, se quedó en casa y se revolcó en su `propia pretensión de superioridad moral. Debido a esa actitud sentenciosa el hermano mayor acabó perdiendo mas que el pequeño: 1) No experimentó el gozo de saber cuanto le amaba su padre. 2) Como primogénito, tenia derecho al doble de la herencia de su padre; sin embargo, no fue capaz de disfrutar de ella ni siquiera un poco. 3) Su hermano menor llegó humillado y herido. Hubiera sido una oportunidad maravillosa para perdonarlo, demostrarle misericordia, ayudarle a restaurarse y tener una relación fraternal enriquecedora. Pero se perdió todo eso debido a su resentimiento. ¡No seas pues, como el hermano mayor!

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