miércoles, 30 de enero de 2013

Andando por una tabla

                                                                       Es fácil andar sobre una tabla que está sobre el suelo, pero si la elevas un poco, verás que se te hace más dificil. Ahora bien, imagínate que la misma tabla está a unos treinta metros del suelo, y sin una red de seguridad; parece espeluznante, ¿verdad?  Y cuanto más haya en juego, más difícil se hace la situación. Aparece el síndrome de los nudillos blancos y empiezas a hacerte muchas preguntas con el famoso:' Y si...' El temor te hace vivir en el futuro cuando estás en el presente. Hablando del futuro, alguien citaba dos cosas: (1) Miedo al fracaso. Así lo describió: "Cuando fuí admitida en Harward, estaba segura de que había  habido un error informático y que me tomarían como una estafadora. Una amiga abogada sentía pánico cada vez que tenía que exponer sus conclusiones finales delante de un jurado; aunque seas un experto en el tema, el miedo no desaparece necesariamente. Aceptar el temor como parte del "viaje" en vez de huir de él te ayudará a  conquistarlo; (2) Pánico a la imperfección. Esto hace que sea muy difícil realizar cualquier cosa porque los perfeccionistas se marcan objetivos imposibles y se lo recriminan a sí mismos  cuando no pueden alcanzarlos. Es imposible aprender sin cometer errores, así que sigue con el aprendizaje".
                                                                        Dios dice: "no temas porque Yo estoy contigo..." Salomón afirmó: "el temor del hombre le pone trampas..." Cuando miras atrás y ves lo que has superado, empiezas a darte cuenta de que en la mayoría de los casos los fracasos no provocan daños irreparables; de hecho, te ayudan a crecer. Por lo tanto, mantente centrado; con Dios puedes andar sobre cualquier "tabla". Quién sabe, ¡ quizás te empiece a gustar el reto!     

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