jueves, 10 de enero de 2013

Manteniendo las "lineas" abiertas (2)

                                                                                                   Los últimos novios que "vivieron felices y comieron perdi- ces" deben de haber sido  Blacanieves  y su Príncipe.Alguien escribió "Aunque estés realmente comprometido con tu  cónyuge, habrá momentos de tensión, lágrimas, miedos peleas, desacuerdos e impaciencia. Los matrimonios enfrentan desafíos únicos, que a veces implican revisar lo que no funciona para poder descubrir lo que si funciona. Aquí tienes tres consejos para la construcción de un buen matrimonio.
                                                                                                 (1) Nunca recurras a las amenazas. La palabra "divorcio" puede surgir inesperadamente; no la uses. De hecho ¡ni la pienses! Las amenazas solo consiguen que tu pareja se sienta insegura  y se ponga a la defensiva. Como resultado no te puede prestar atención y, al final no se resuelve nada. Así que antes de que te "vayas de la lengua" considera las consecuencias. Tomate un tiempo para calmarte y pensar con cordura.
                                                                                                (2)  Abandona la carga de contactos anteriores. No está bien poner a "prueba" a tu esposo/a una y otra vez; deja los "muertos enterrados" no asumas que los problemas que tenías en otras relaciones van a repetirse, porque no lo harán si eres comunicativo y estás madurando.
                                                                                                 (3) Usa tus palabras de manera suave y dulce, porque quizás tengas que "comértelas" Cada vez que pienses algo de cónyuge díselo.Y si es recíproco acéptalo con agrado. Recuerda las palabras mordaces ocasionan heridas que ni el mejor médico del mundo puede curar, pero la ..." respuesta suave aplaca la ira..."           

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