Hace unos años se consideraba que en términos generales el estrés era un problema masculino, pero hoy en día no. Las mujeres son víctimas también, por su búsqueda de la perfección en la apariencia física, por la competencia laboral, por querer hacerlo todo y no negarse nada y por no tener tiempo para ellas. ¡Pero Dios no quiere que vivas así!. Aquí presentamos dos sugerencias prácticas para liberarse del estrés, ya seas hombre o mujer.
1) Concédete más tiempo. Puesto que todo lleva más tiempo del que crees, concederse lo suficiente para acabar la tarea reduce la tensión en gran manera. Cuando estás bajo presión, una regla general es destinas 20 por ciento del tiempo más del que crees que vas a necesitar.
2)Confórmate con menos. Un estudio reciente entre miles de hogares destacó que aquellas familias que llevaban un estilo de vida por encima de sus posibilidades, tenían mucha mayor tendencia a padecer enfermedades relacionadas con el estrés, tales como infartos y depresión. "El que se da a la codicia arruina su propia casa..." eso no quiere decir que Dios no quiere que progreses en la vida, sino que Él desea que mantengas una buena escala de prioridades, a fin de que puedas disfrutar de cada etapa en la que te encuentras mientras avanzas a un nivel superior. Si te sientes estresado hoy, pide: : Señor necesito ser renovado. Los múltiples quehaceres me están agotando. Gracias por establecer tiempos y lugares de descanso en medio de mi apretado horario. Ayúdame a ponerte siempre en primer lugar y a encontrar reposo en Ti.
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