viernes, 26 de abril de 2013

Raíces y Alas (4)

                                                                    No puedes evitar que tu hijo sufra. "...En el mundo tendréis aflicción..." O bien son lastimados alguna vez  y aprenden a tratar con la realidad de la vida, o bien se ahogarán en la burbuja que formes para ellos y nunca madurarán-algo mucho más triste, doloroso y debilitante.¿Qué hacer para "darles alas" a tus hijos? 1) Darte cuenta de que sin autonomía, nunca llegarán a ser adultos maduros. Para ello tendrán que aprender a pensar con claridad, ser responsables de sus decisiones, equivocarse y rectificar, aprender de sus errores y pagar el precio, experimentado con ello, lo que significa crecer. 2) No creas que has fallado como padre cuando constates su necesidad de autonomía, En realidad, si no se distanciaran de ti, entonces tendrías que cuestionar la educación que les has dado.Criar a los hijos para que sean independientes  es parte de una educación eficaz. 3) No interpretes su distanciamiento como rechazo. No es que te abandonen, sino que están avanzando; no es una muestra de ingratitud, de egoísmo o de rebeldía, sino una oportunidad real de demostrar lo buen padre que has sido. Si no quieren asistir a alguna reunión familiar, no les acoses diciéndoles que "se va a desintegrar la familia". Las familias están concebidas para separarse, así como las células se dividen y multiplican. La Biblia nos ordena: "Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra" .No podrán cumplir su destino si se quedan en el nido. Suéltalos y vive tu propia vida. Esa es tu responsabilidad, no estar encima de ellos toda la vida. Suelta la cuerda con que los atas, confía en Dios y verás como los hijos volverán después a casa a visitar a sus "fantásticos" padres.       

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