lunes, 29 de abril de 2013

Raíces y Alas (5)

                                                                      Educar bien a los hijos requiere encontrar el término medio de independencia que se le puede dar a cada uno. Algunos se distancian antes que otros; unos lo hacen gradualmente y otros dan un salto de repente. En lo que se refiere a la autonomía, no hay hijos "buenos" y "malos", sino que unos son más fáciles de llevar que otros. Como padre, vas descubriendo, a fuerza de equivocarte e intentarlo, lo que mejor funciona con ellos. Criticarlos, controlarlos, amenazarlos con no dejarlos salir, predicarles o avergonzarlos son comportamientos ineficaces, contraproducentes y señal de que la situación se te ha escapado de las manos. Tales actitudes  solo sirven para aumentar en ellos el instinto de luchar y les hace sentir inseguros, creyendo que nadie está en control. No pretendas que lo sabes todo como padre; a lo mejor das esa imagen con la mejor intención, pero es un juego que puedes pagar caro.
                                                                       No te intimide la idea de ser transparente y franco con tus hijos, puesto que es lo que menos tensión crea y produce mejores resultados. Los niños saben que son imperfectos-y que los padres también lo son- Por consiguiente, no te dé apuro decir : 'Estoy aprendiendo a educar a unos hijos que están creciendo y cambiando, al igual que tu estás aprendiendo a ser hijo. Necesito tu colaboración para poder hacerlo bien como padre, descubrir que funciona mejor para nuestra relación y ayudarte a que tú también te comportes bien como hijo. ¿Estás dispuesto a unirte a este equipo y aprender juntos?' Esa clase de franqueza siempre resulta en una reacción positiva por parte del hijo, a la vez que es un ejemplo de humildad y cooperación para los jóvenes. Así como el entrenador y los jugadores están unidos con un mismo fin, haz que tu meta sea que los dos podáis ganar juntos y aprender a mejorar, no a competir y a dominar. El éxito o el fracaso familiar estriba en aprender y madurar.    

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