lunes, 1 de abril de 2013

Reduce tus temores

                                                                         A Claudia le encantaba ser ama de casa. Llevaba treinta años casada con Felipe, un próspero ejecutivo. Puesto que Felipe siempre se había preocupado de las cosas, Claudia nunca aprendió a arriesgarse. Por consiguiente, su mayor temor era quedarse sola un día. Les solía comentar a sus amigas: Espero morirme antes que Felipe, porque no creo que me las pueda arreglar sola. Pero su marido cayó enfermo t Claudia tuvo que cuidar de él, además de tomar decisiones importantes en nombre de los dos, Al principio,esto le daba pánico. pero cuando decidió poner su confianza en Dios y hacerse cargo de la situación, descubrió algo muy interesante: La seguridad no se desprende tener cosas, sino de saber manejarlas.
                                                                             Comprendió que manejar los temores era fácil, comparado con los años que había pasado sintiéndose incapaz, impotente y dependiente. Enfrentar los temores es siempre más fácil que vivir con esa sensación de impotencia. Es más, si dejas que el miedo te paralice, acabarás siendo cien veces más temeroso y desamparado que si hubieras hecho frente a tus temores y hubieras seguido adelante.Si te repites constantemente que no puedes hacer algo, al final no lo podrás hacer - aunque tengas el talento, el tiempo,los recursos y los amigos para llevarlo a cabo. Los que creen que pueden hacer algo, lo hacen. Está claro que el mero hecho de proclamar que crees en ti  mismo  y en Dios que mora en ti no te va a garantizar el éxito, pero el no hacerlo te conducirá, sin duda alguna al fracaso. Por eso, en este día enfrenta tus temores con valentía y verás como disminuyen.  

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