¿Por qué entierras esas patatas tan bonita abuelo? - me preguntó mi nietecito - Estaba sembrando patatas en mi huerto y él pensó que era un desperdicio enterrarlas. Así que tuve la oportunidad de explicarle que es sólo cuando damos la semilla que recibimos la cosecha.
Unos días después, mi nieto estaba de nuevo en el huerto mirando el suelo, se quejó diciendo: "Abuelo, no están saliendo". Entonces le hablé de la paciencia.
Nosotros también podemos volvernos impacientes cuando nuestras peticiones a Dios no parecen dar fruto. Puede que en ocasiones queramos darnos por vencidos porque no vemos resultados inmediatos.
Un soldado que estaba muriendo le pidió a un capellán que escribiera una carta a su antigua maestra de escuela: "Dígale que soy cristiano por lo que ella me enseñó en la escuela" El capellán envió el mensaje y recibió la siguiente respuesta: "El mes pasado renuncié a mi clase en la escuela dominical porque creía que mi enseñanza no era fructífera. Y entonces llegó el mensaje de mi antiguo alumno. Que Dios me perdone por mi impaciencia y por mi falta de fe. Le voy a pedir a mi pastor que me deje enseñar de nuevo, y prometo, por la gracia d Dios que no renunciaré."
El desaliento es una de las armas mas efectivas del diablo.
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