viernes, 26 de julio de 2013

Buenos padres

                                                                     El columnista de esta historia se crió con un padre a quien describe como físicamente presente pero emocionalmente ausente. En su primer libro sobre la crianza de los hijos, cuenta abiertamente su lucha para aceptar a su padre alcohólico y el clima de terror que este había creado en su hogar. Él reta a todos los hombres a resolver su resentimiento hacia sus padres ausentes o abusivos en lugar de pasarlos a la siguiente generación
                                                                      Hay un pasaje en La Biblia que se aplica a todos los cristianos, pero que tiene un significado especial para los padres. Dice así: "Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá a Dios. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contagiados".
                                                                      ¡Piensa en lo que podría pasar en nuestras familias  si vaciáramos nuestros corazones de amargura y nuestra meta fueran las relaciones pacíficas! Si hemos sido bendecidos con un padre sabio y amoroso, debemos de estar agradecidos y seguir su ejemplo.Pero si nuestro padre nos ha fallado, debemos confiar en la gracia de Dios, resolver nuestra ira hacia él, y esforzarnos para ser el padre que nunca tuvimos. No será fácil, pero apo-
yándonos  en el ejemplo precioso de Dios, podemos aprender a ser buenos padres.
                                                                              

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