lunes, 15 de julio de 2013

Culpar a otros (2)

                                                                    No hacerse responsable de sus actos fue una actitud natural para Adán y Eva, los padres de la raza humana. ¿ Y a quién tenían que culpar ? ¡ Solo a Dios !Culpar a otros fue el resultado del cambio  que experimentaron por el pecado. Al no aceptar responsabilidad por sus hechos, cambió radicalmente la relación consigo mismos, con el otro, con el entorno y hasta con Dios, Y puesto que Dios no puede hacer nada con personas que no asumen sus decisiones, los expulsó del Paraíso. ¡Qué precio tan alto tuvieron que pagar!
                                                                     He aquí dos buenos motivos para dejar esa actitud: 1) Te convierte en víctima. Cuando haces que otros sean responsables de tus circunstancias, la capacidad de cambiar las cosas reside en sus manos, lo que significa que nada va a cambiar a menos de que ellos decidan hacerlo. Haces de ellos los dueños de tu destino. La única manera de retener la capacidad de cambiar tus circunstancias es responsabilizándote de tus acciones. 2) Te deja triste y deprimido. A lo mejor insistes: 'No sabes como me hirió'. Es verdad, pero al albergar resentimiento, te sigues hiriendo a ti mismo continuamente. La Biblia dice: "...Cuidado con las raíces de amargura. Unas pocas semillas de cardos pueden estropear un jardín en poco tiempo...". Antes de que tú te des cuenta, tu perspectiva se habrá distorsionado. " Cuidado con el "síndrome de Esaú ": Cambió el regalo a que tenía derecho de por vida para satisfacer un apetito momentáneo...Esaú después se arrepintió y quiso la bendición de su padre, pero para entonces ya era demasiado tarde y sus lágrimas no iban a cambiar nada". Perdona a quien debas  perdonar, vuelve a tomar las riendas de tu vida, y acepta tu responsabilidad.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario