No prosperarás en la vida a menos de que estés dispuesto a arriesgarte. Hay momentos para ser cautelosos, pero cuando esa cautela se convierte en un estilo de vida, te ahogarás en la mediocridad y el fracaso mientras se pasa la vida. Cuando hayas pedido por algo, y escuchado consejos sabios, es hora de dar un paso de fe. Cuatro leprosos estaban sentados fuera de la sitiada ciudad de Samaria, donde la hambruna era aguda; y consideraron su dilema:'Nos estamos muriendo de hambre y hay comida en el campamento enemigo. Podemos ir a lo seguro, seguir aquí sentados y morir; o ir al campamento, a ver si nos dan de comer o nos matan'. Sabían que la peor alternativa era ser cautelosos y no hacer nada. ¿Qué sucedió? Fueron salvados por dar un paso de fe. Ahora bien, seguro que tus riesgos no son tan extremos; pero a menos que te arriesgues, nunca podrás cumplir la misión que Dios te ha encomendado para la vida.
La Biblia dice: "El que cava la fosa en ella se cae. Al que abre brecha en el muro, la serpiente lo muerde. El que pica piedra, con las piedras se hiere.El que corta leña, con los leños se lastima". Si tratas de evitar toda caída, picadura,herida, y todo peligro, te perderás muchas oportunidades. Cambiar en fe se traduce en: 1) Aceptar riesgos necesarios. A veces tienes que jugártelas todas si quieres tener éxito. 2) Prepararse a fondo antes de arriesgarse. Dios recompensa la sabiduría. "Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza. El éxito radica en la acción sabia y bien ejecutada"
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