martes, 16 de julio de 2013

Culpar a otros (3)

                                                                   Culpar a otros te creará enemigos. La persona a quien culpas no te va a soltar, sino que va buscar una serie de pruebas contra ti para demostrar su inocencia  y se va a resentir contigo. Y sus amigos le defenderán y se convertirán en tus enemigos. Tus amigos también se hartarán de esa actitud quejumbrosa tuya y se distanciarán. Tu raíz de "amargura" se extenderá y contaminará a muchos, empeorando así la situación. Culpar a los demás es contagioso; tu familia se ve involucrada y sufre como consecuencia de ello. "No te hagas amigo ni compañero de gente ...malhumorada, no sea que aprendas sus malas costumbres... Haz un alto en el camino, estás contaminando a los que te rodean con tu actitud y tus deficiencias.
                                                                     Echar la culpa a otros crea adicción. La justificación que sentimos al culpar a otros acaba atrapándonos para siempre. Esta actitud manipula nuestra ira para hacer que nos sintamos bien, evadiendo responsabilidades. Poco a poco nos resulta más fácil quejarnos que resolver el problema. Y así como ocurre con las adicciones, a las que hay que alimentar más y más para conseguir la recompensa, antes de que te des cuenta te habrás convertido en un adicto en evadir culpas. Esa actitud impide el perdón; no puedes perdonar a alguien mientras lo estás juzgando y sientas que te ha ofendido. Cuando desperdicias tu tiempo y tus energías culpando a los demás, renuncias al derecho a recibir el perdón de Dios. "Si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" .Es hora de asumir la responsabilidad por tus actos y tu vida y de recuperar la capacidad divina para responder a las situaciones.         

No hay comentarios:

Publicar un comentario