lunes, 22 de diciembre de 2014

Aceptarse a uno mismo

                                                  Los sondeos demuestran que muchos de nosotros no nos gustamos. Una encuesta entre estudiantes universitarios confirmó que más del 50 por ciento no se aceptaba, siendo la mayor causa del descontento su aspecto físico.'Tengo la nariz demasiado larga. O los ojos demasiado pequeños. Soy muy gordo aquí; muy delgado ahí. Soy demasiado alto, o demasiado bajo. Tengo pecas' . Y la industria cosmética está dispuesta para oscurecer la piel, aclararla, acentuar algo o cubrirlo, a fin de vendernos una imagen que nos agrade. Es bueno mejorar algún aspecto físico, pero no con el fin de que so te confiera identidad y valía. Así así es como Dios ve el asunto: "¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor? ¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole: "¡Detente, lo estás haciendo mal!" ¿Exclama la olla: "¡Qué torpe eres!?
                                                     Eres una creación personal de Dios. Y Él no se equivoca, no se le pasa por alto ningún detalle ni deja nada inconcluso. Tienes que aceptarte porque Él te creó, te redimió y te aprueba. En estos días estamos bombardeados por los medios de comunicación con imágenes de personas cuya apariencia externa es perfecta, con el mensaje subyacente de que tenemos que ser como ellos si queremos lograr algo en la vida . Pero Pablo dice:  "No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos  que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen"  El Dios que te hizo como eres tiene un plan para perfeccionarte . Ya eres aceptable, aunque no seas perfecto. Estás predestinado para ser hecho conforme a Su Hijo. Eres una obra en curso.    

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