martes, 30 de diciembre de 2014

"No amemos de palabra...sino de hecho..."

                                                     Debemos preocuparnos de las necesidades espirituales y físicas de los demás. Es muy difícil entender el concepto del amor de Dios cuando no se sabe de donde va a venir la siguiente comida;o donde se va a pasar la noche. Alrededor del mundo los bancos de alimentos  han visto un incremento dramático en `pedidos de emergencia. Una voluntaria escribe: "Cada persona es diferente, como lo son los destellos de un caleidoscopio; el jubilado, la persona con problemas mentales , madres solas, jóvenes pasando una mala racha . Y no todos son agradecidos. Algunos están muy enojados ...Otros no te miran a los ojos...Algunos se van sin decir apenas nada...Si eres voluntario, para sentirte bien contigo mismo, abandonarás pronto. Los altos ideales se quiebran como un cristal golpeado por una roca. Lo que recuerdas son las historias positivas...La refugiada cuyo hijo fue a la Universidad de Haward con una beca...La mujer que me dio las gracias mas de las que puedo contar...La madre de seis que demostró su alivio palpable  porque ese mes podría alimentar a su familia. Siempre recuerdo las palabras de Jesús;  "Tuve hambre y me disteis de comer ...fui forastero y me recogisteis" Ahora cuando pienso en el problema del hambre veo rostros, y eso lo cambia todo".
                                                         Es mucho más fácil amar en la teoría que en la práctica, especialmente cuando se trata de personas que son difíciles o diferentes. Pero el amor genuino no está definido por si nos sentimos bien o mal . Dios ya ha marcado la pauta "...El que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿Cómo mora el amor de Dios en él?"    

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