miércoles, 10 de diciembre de 2014

Estad quietos y conoced que yo soy Dios

                                                    Alguien acuñó esta expresión: "dangerous tiredness" (cansancio peligroso)Entre sus síntomas se encuentran: 1)Irritabilidad/hipersensibilidad. Lo que normalmente no te irritaría, como que te adelante una moto cuando vas en el coche o que tu amigo tenga manías,ahora te saca de quicio. 2) Desasosiego. Una sensación de que algo no va bien...te sientes como huyendo...estás exhausto pero no logras conciliar el sueño. 3)Trabajo compulsivo. Mirar el correo a las tantas...no ser capaz de desconectar completamente ni de vacaciones...te cuesta disfrutar del tiempo en familia sin interrupciones. 4)Insensibilidad emocional. No "sientes" nada ni bueno ni malo, y te da miedo verte abrumado si lo sintieras. 5)Comportamiento escapista. Comer, beber, o gastar en exceso, ver demasiada televisión, darse a la pornografía o navegar en Internet de forma descontrolada y compulsiva. No tienes ganas de hacer ejercicio, ni de quedar con amigos, tener un hobby o leer un buen libro. No le ves sentido a tu trabajo. Ejerces tu trabajo de forma automática, sin percibir claramente quien eres y a que te ha llamado Dios.
                                                          Estás a expensas de tus propios impulsos y a las expectativas de otros porque no has marcado límites para determinar cuando decir "no" a esas demandas. Te descuidas físicamente. No tienes tiempo para comer bien, dar un paseo, dormir lo suficiente  y hacer las cosas del día a día como lavar el coche o tender la ropa. 6)Ahorras tu energía. Tienes miedo de que la gente llegue a agotar tus últimos recursos y por eso te retraes para conservar lo que te queda . Dejas que tus costumbres espirituales decaigan. Lo que normalmente te llena de energía y sabes que te hace bien, como orar, leer, tener un diario y hacer un poco de introspección, se te hace pesado. Si te identificas con algo de lo anterior, lo más probable es que te hayas topado con un muro. Es hora de prestar atención, hablar con Dios y volver a determinar qué es lo importante en tu vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario