Un propósito de la devoción diaria es recibir la orientación de Dios. Si Él no actúa estás a merced de tus ideas brillantes ¡y esto debería preocuparte! El salmista escribió: "...Hazme conocer tus caminos, muéstrame tus sendas, Eccamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador, ¡ en Ti pongo mi esperanza todo el día!. A través del profeta Isaias, Dios dijo: "Guiaré a los ciegos por un camino que no conocían, los haré andar por sendas que no habían conocido. Delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré y no los desampararé" El camino que tomes determinará tu destino, así que antes de decidirte por una dirección, habla con Dios. Y no te sorprendas cuando Él te lleve por un camino "que no habías conocido". Debes confiar en que Dios sabe lo que hace.
Alguien afirmó: "Todos los problemas del hombre son las consecuencias de que este es incapaz de estarse sentado, callado y solo en una habitación". En el mundo acelerado en que vivimos, debes hacer tiempo para relajarte, reflexionar, evaluar qué sucede a tu alrededor y recibir la dirección de Aquel que conoce el fin desde el principio. Jesús pidió a sus discípulos que "fueran aparte" para retomar fuerzas físicas y espirituales . La Biblia dice: "...A sus discípulos se lo explicaba todo en privado".Hay ciertas cosas que Dios te explicará únicamente cuando hagas un huecos para estar con Él.
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